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El ron cubano es una carta de triunfo, lo confirman su aceptación y prestigio, con una historia ya de 151 años, surgido en Santiago de Cuba por el lejano 1862, es apreciado en los 5 continentes como embajador cultural de nuestra tierra.
Con este especial ingrediente, más una amplia variedad de jugosas frutas y el clima tropical de nuestra isla, toda esta mezcla de sabores es la alquimia fundamental para que en Cuba surgieran 10 de los cócteles más famosos del mundo y que los mismos se encuentran formando parte de los más célebres bares del planeta tierra.
Un poco de historia. La coctelería en Cuba surge a finales del siglo XIX, pero no es hasta principios del siglo XX que alcanza su mayor esplendor. La ley seca en Estado Unidos, el arribo a Cuba de numerosos turistas hace que muchos empresarios muevan a Cuba brigadas de personal especializado.
Así llegan a la Habana muchos bartender's, no solo de Estados Unidos, sino también de muchos otros centros turísticos importantes de la época, que se fusionan con los cantineros cubanos muchos de origen español, fusión esta que va crea una escuela de estilo muy propio que enriquecerá la coctelería mundial.
Disímiles historias, e ilustres nombres de prestigiosos bartender's enriquecen la historia de la cotelería cubana, Emilio Gonzáles, más conocido como el genial Maragato, Eddy Woelke, Fred Kaufman por solo mencionar algunos. Nombres de actrices, gritos de guerra, nombre de presidentes y hoteles dan nombre a los que son hoy las 10 joyas clásicas de la coctelería cubana, todas hechas a base del prestigioso ron ligero cubano.
A continuación nombre y receta de estos 10 exquisitos cócteles que le han dado la vuelta al mundo como legado de la coctelería cubana.
Receta:
Modo de preparación:
Mezclar todos los ingredientes en una coctelera o batidora con hielo y colar en una copa de cóctel fría o servir con cubitos de hielo.
Este símbolo cubano debe su nombre a una playa en la cercanía de la más caribeña de las ciudades cubanas, Santiago de Cuba. El cóctel habría sido inventado por un ingeniero norteamericano que trabajaba en una mina de hierro en las cercanía de la playa, Jennings Cox, quien dio forma a la bebida cuando se le acabó la ginebra y tuvo que entretener a unos invitados de su país. Temeroso de servir ron local a secas, Cox le añadió zumo de limón y azúcar para mejorar su sabor.
Fue un ingeniero minero de origen italiano quien compartía labores con Cox, Giacomo Pagliuchi, por entonces capitán del Ejército Libertador, quien se encargó de bautizar este cóctel como Daiquirí.
Posteriormente, en el conocido como Bar del Hotel Venus en la ciudad de Santiago de Cuba, donde se dio a conocer públicamente el cóctel, tanto Cox como Pagliuchi solían acudir a este establecimiento con frecuencia y pidieron al barman del mismo que por favor replicase su receta, la cual fue de inmediato éxito entre la concurrencia que comenzó así a conocer el preparado. Durante algún tiempo fue consumido en la ciudad y adoptado por la oficialidad norteamericana como cóctel insignia, para ellos había sido una auténtica aparición divina, que contribuía a paliar la enorme sensación de calor y que es habitual en la ciudad santiaguera y con la que ellos no estaban en absoluto familiarizados.
El Daiquirí llega a La Habana, de la mano Pagliuchi en un viaje suyo a la capital cubana, que alcanza la fama definitiva y la notoriedad que lo convertiría en uno de los mitos de la coctelería mundial.
En La Habana, ciudad dinámica y cosmopolita, visitada por muchos, donde encontró esta delicia cubana su caldo de cultivo perfecto, instalándose en el gusto de los habaneros rápidamente y deviniendo seña de clase entre aquellos que lo degustaban. A su vez en 1909 el almirante Lucius W. Johnson, un médico de la marina de los Estados Unidos, probó la bebida y la introdujo en el Club del Ejército norteamericano, ubicado en Washington, capital de los Estados Unidos.
El prestigio y rápido reconocimiento del cóctel santiaguero entre los bebedores capitalinos, se debe a la labor de Emilio González, alias Maragato, el más brillante de los ases de la coctelería cubana, que en su exclusivo bar del Hotel Plaza de la capital cubana, difundió el mismo y lo convirtió en una moda entre aquellos que le visitaban, los cuales convirtieron a su vez al Daiquirí en obligada presencia en los grandes salones de la capital.
Fue también Maragato quien enseña la receta del Daiquirí a su amigo Constante Ribalaigua Vert, barman en un inicio y posterior propietario del restaurante El Floridita, el cual lo modifica, añadiéndole el uso del Licor de Marrasquino, creando al elaborarlo en batidora, el inmortal e imborrable Daiquirí Floridita. Pero este cóctel no sería lo que es sin la presencia de uno de los más ilustres nombres de la literatura universal, Ernest Hemingway, que contribuyó a la universalización de este exquisito cóctel.
Modo de preparación: ligar todo en un vaso de highball.
La historia de la invención del Cuba Libre varían de acuerdo a varias fuentes. Algunos informan que la bebida surge en La Habana, Cuba, alrededor de los años 1901/1902.
Cuenta la historia la segunda bebida más popular del mundo nació en el período de la pos guerra Hispano-cubana-estadounidense en el cambio de siglo con Teddy Roosevelt y los Rough Riders. Una tarde, un grupo de soldados que se encontraban, fuera de servicio del Cuerpo de los Rough Riders de EE.UU., se reunieron en un bar de La Habana Vieja.
Fausto Rodríguez, un joven mensajero, recordaba años más tarde, que el capitán Russell llegó y ordenó ron añejo, Coca-Cola, hielo y una rodaja de lima. El capitán bebía la mezcla con tanto placer que despertó el interés de los soldados a su alrededor. Pidieron al camarero que preparara una ronda de la bebida del capitán para ellos. El ron y la Coca-Cola fue un éxito instantáneo. Cuando se pidió otra ronda, un soldado propuso una celebración, mediante un brindis, por la recién liberada Cuba «¡Por Cuba Libre!». El capitán levantó la copa y cantó el grito de batalla que había inspirado a los soldados victoriosos de Cuba en la Guerra de la Independencia y fue así cono el grito de guerra se convirtió en el más famosos de los cócteles cubanos.
Desde 1901, se han servido más de 80.000 millones de cócteles Cuba Libre, y se consumen alrededor de 6.000.000 por día en todo el mundo.
Ingredientes:
Modo de preparación:
En un vaso de highball:
Echar ½ cucharadita de azúcar, jugo de ½ limón. Diluir bien con un poquito de soda. Añadir hojas de hierbabuena y machacar el tallo (sin dañar las hojas) para que suelte el jugo. Añadir cubos de hielo. Agregar 1 ½ onza de ron Havana Club Añejo Blanco. Llenar con agua de soda. Revolver y adornar con hojas de hierbabuena.
Su surgimiento data de la época de la ley seca estadounidense, cuando quienes querían beber alcohol de forma legal tenían que ir fuera de los Estados Unidos, por ejemplo a la cercana Cuba. Muchos estadounidenses acostumbraban a tomar un cóctel similar al mojito pero hecho con burbon. Al carecer de estos destilados en el Caribe, se sustituyeron por ron añejo blanco, y de esta forma el mojito cubano se convirtió en un cóctel insigne de Cuba y el mundo.
Ingredientes:
En la coctelera: 1/2 onza de vermouth rojo 1 1/2 onza de ron blanco gotas de granadina Trozos de hielo. Retorcer sobre la copa una cáscara de naranja para que suelte el aceite. Adornar con la cáscara y una cereza.
El cóctel surgió en La Habana, y se hace muy popular en la década del 20's hasta los 40's. Fue inventado en honor al presidente cubano Gerardo Machado, donde se convierte en el cóctel preferido para la clase alta cubana en esos años.
Ingredientes:
En un vaso alto de jaibol: 1/2 cucharada de azúcar 1/4 onza de jugo de limón Diluir bien. 1 1/2 onza de ron blanco Llenar el vaso con agua de soda y revolver. Adornar con una rodaja de limón y una cereza.
Alto y refrescante como variante nativa de los Tom Collins. Llega a Cuba de la mano de barman norteamericanos que lo tropicalizan.
Ingredientes:
En la coctelera: 1 1/2 onza de jugo de piña 1 1/2 onza de ron blanco 1 cucharadita de marrasquino Trozos de hielo Batir a mano y servir colado en una copa de cóctel. Adornar con una rodaja de piña.
El cóctel Mary Pickford se cree que fue creado en 1928 por el legendario barman Eddie Woelke, un barman estadounidense que tuvo que dejar su país durante la prohibición, también llamada la Ley Seca, para trabajar en La Habana. Eddie Woelke se convirtió en un reconocido barman de los más famosos locales de La Habana, ya que trabajó en el Hotel Sevilla-Biltmore, en el Casino y luego en el famoso Jockey Club, pero su gran fama es por sus años en el Sevilla ya que aquí desarrolló algunas de sus creaciones más notables, como El Presidente, Dorothy Gish o el cóctel Nacional, pero fue en el Jockey Club, (aprovechando que Mary Pickford estaba filmando una película en la Habana) donde creó el cóctel, en honor a la genial actriz y lo bautizó con su nombre, Mary Pickford.
Ingredientes:
En la coctelera: Cubos de hielo 1 1/2 onzas de ron blanco 3 onzas de jugo de toronja Revolver y servir colado en una copa de cóctel.
Producto de la riqueza de frutales del país, este clásico cubano debe su nombre a la isla al sur de Cuba, donde abundan las toronjas.
Ingredientes:
En la batidora: 1/4 onza de jugo de limón 1 1/2 onzas de ron añejo 1/2 onza de crema de cacao. Una buena cantidad de hielo frappe., Batir bien y servir en una copa de champán.
Refrescante, delicado, ardiente, con una sensualidad que despierta lo más oculto de nuestros sentidos. Con verdadero sabor a Cuba.
Ingredientes:
2 onzas de ron blanco 4 onzas de agua de coco Cubos de hielo Revolver y servir con absorbente.
El Saoco es una bebida tradicional cubana, preparada mezclando ron o aguardiente con agua de coco. El cóctel es ideal para tomar en la playa por su sabor agradable y natural. Aunque se puede servir en vaso alto lo ideal es servirlo en su recipiente natural acompañado de una pajilla o absorbente.
Ingredientes:
1 ½ onza de ron Havana Club Añejo Blanco 1 ½ onza de jugo de piña Marrasquino Hielo Piña
Modo de preparación:
En la coctelera: 1 ½ onza de jugo de piña, 1 ½ onza de ron Havana Club Añejo Blanco, 1 cucharadita de Marrasquino, trozos de hielo. Batir a mano y servir colado en copa de cóctel. Adornar con una rodaja de piña.
Constantino Ribalaigua, propietario del bar Floridita, y uno de los cantineros cubanos más afamados, creó este cóctel, una de las diez grandes joyas de la coctelería nacional.
Esta bebida debe su nombre a una singular ruta desde Nueva York hasta La Habana creada por el millonario Henry Flagler.
A esta exquisita lista de cócteles podrían sumarse muchos otros como La Piña Colada, el Cubanito, Havana Libre, la Canchánchara, Perla Marina, etc. Serían infinita la lista de estas excelsa alquimias que encuentra en esta isla su habitad natural, siendo parte importante e indisoluble de la cultura cubana.
Si llega a Santiago de Cuba, lugar donde naciera el principal actor de esta historia, el ron ligero cubano, podrá disfrutar es estas deliciosas y refrescantes bebidas en lugares históricos como lo es el hotel Casa Granda, próximo a cumplir sus 100 años, el bar El Baturro, La Casa de la Trova, el Café Matamoros por solo mencionar algunos importantes establecimientos de este destino.
Para quienes tienen un sentido epicúreo de la existencia pueden estar a gusto en esta ciudad, de bar en bar, pidiendo cócteles con nombres tan sugerentes como Daiquirí, Cuba Libre, Presidente, Mulata, Isla de Pinos, Saoco o Habana Special.
La coctelería Cubana es un arte de creación, que necesita, además de conocimientos, amor y un delicado sentido estético. El Barman cubano es un artista con los 5 sentidos bien aguzados y un sexto sentido, el del cóctel.
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