El manatí en Cuba: detener su extinción es imperativo de todos
Manatíes nadando en aguas poco profundas
En la costa sur de Cuba, desde el archipiélago de los Canarreos hasta los Jardines de la Reina se podía observar con frecuencia, la presencia del Manatí (Trichechus). Pero la acción depredadora de los hombres ha provocado que la especie se encuentre en las listas de animales vulnerables de extinción. La palabra «manatí» en la lengua indígena caribeña representa «con mamas», aunque otros plantean que en latín significa cabello.
No obstante poseer hábitos acuáticos y una conformación análoga a la de los peces, por sus particularidades es semejante a los demás mamíferos. Asimismo está considerado el único mamífero marino completamente herbívoro. Se alimentan especialmente de Syringodium, de hojas cilíndricas, blandas y finas. Se han reportado 4 especies de «vacas marinas»: manatí del Caribe o de Florida, africano, amazónico y manatí enano.
Algunas personas hacer responsable la mortalidad de las también llamadas «vacas marinas» a los ataques de tiburones, pero no es así al no circundar en iguales hábitats (el único enemigo natural que tienen es la orca). El manatí abunda preferentemente en zonas de bajo calado, en desembocaduras de ríos, cayos, bahías, manglares, sitios estancados y tranquilos. Son apacibles herbívoros que permanecen la mayor parte de su tiempo buscando e ingiriendo la vegetación sumergida y el lecho marino.
Manatíes alimentándose
La preocupación de la depredación de ese mamífero marino no es sólo en la mayor de las Antillas sino en el ámbito universal. Por esa razón esos mamíferos están entre las especies marinas con veda perpetua. Según estiman los especialistas quedan en el planeta entre 2200 y 2500 manatíes.
Proyectos de conservación del manatí
En Cuba existen varios proyectos de conservación del manatí, especialmente en los Canarreos, que resguarda un pequeño grupo de esas criaturas de cuerpo cilíndrico y fusiforme, amparadas de depredadores y de otros peligros que atenta contra su subsistencia.
«Desde el 2002 la Empresa Nacional para la Protección de la Flora y la Fauna del Ministerio de la Agricultura de Cuba y el Centro de Investigaciones Marinas de la Universidad de La Habana comenzaron un programa de trabajo encaminado a conocer el status de conservación, distribución y principales amenazas del Manatí Antillano en Cuba.
«Se tomaron como puntos de estudio 29 áreas marinas protegidas, administradas por la Empresa de Flora y Fauna y otras zonas aledañas. Basados en análisis de mapas de hábitats, entrevistas a pescadores y visitas a sitios costeros, se ha podido determinar que los manatíes están presentes prácticamente alrededor de toda la costa de Cuba».
Crías de manatí
Los primeros estudios comenzaron en el país en 1986. Las mayores concentraciones de la especie se localizan en el Archipiélago Sabana Camagüey, la desembocadura del Río Cauto, en el sur de Las Tunas, y en Ciego de Ávila, Sancti Spíritus, la Ciénaga de Zapata y al sur y norte de Pinar del Río. En el norte de Villa Clara existe una zona llamada Poza de los manatíes.
Las causas de la depredación del manatí son de origen antropogénico: impactos por lanchas y motoras acuáticos, contaminación de las aguas, redes de pesca desechadas en el agua (que le producen la muerte al ahogarse), y pérdida de hábitat al construir en las costas sin una debida planificación.
La reglamentación en Cuba prohíbe el uso de redes y chinchorros en toda el área protegida para impedir que los mamíferos se enreden en las mallas y perezcan ante la imposibilidad de salir a la superficie a respirar; también se labora en la preservación de los fondos marinos y la biodiversidad.
Historia y características del manatí
Manatí o Vaca Marina
Los historiadores aseguran que la primera información de la existencia de los manatíes data de 1492 en una expedición de Cristóbal Colon. Se trata de un animal de grandes dimensiones y, aunque tiene pocos devastadores en su medio natural, son muy amenazados por la mano irresponsable del hombre.
Al desplazarse con lentitud y no mostrar agresividad lo convierte en presa fácil de los pescadores furtivos. Además se reproduce muy lentamente. Los manatíes requieren de cinco años para adquirir la madurez sexual. Las hembras tienen una cría cada 3 a 5 años, mientras el período de gestación es de 13 meses, uno de los más largos en el reino animal. Al nacer pesan 35 kilogramos y miden de 90 a 120 centímetro de largo.
Su carne resulta sabrosísima, más que la de cerdo, lo que también propicia la pesca indiscriminada e ilegal. Dicen también que en el manatí se puede degustar tres tipos de carne: cerdo, vaca y pescado. La biografía consultada no justifica esa afirmación.
La especie puede alcanzar un peso que oscila entre 300 y 500 kilogramos y una dimensión de hasta seis metros. Su color es gris con intersticios rosados. Las extremidades anteriores de las «vacas marinas» son flexibles: las utilizan como timón mientras nadan, y otras para sostener su alimento. El manatí emplea la cola para impulsarse por el agua y emiten sonidos bajo el agua para comunicarse entre ellos. También sumergen a la superficie a tomar aire, ya que requieren respirar cada 3 a 5 minutos. Solo respiran con la nariz.
Muchas leyendas se han tejido alrededor de las vacas marinas. La realidad indica que si no se pone fin y paraliza la depredación el manatí aumentará la lista de animales extinguidos.