Jatibonico: poblado de tradición azucarera y exquisita comida criolla
Iglesia de Jatibonico
La temporada alta del turismo en Cuba prácticamente coincide con la etapa de la cosecha azucarera, comprendida entre los meses de noviembre y abril. Los ingenios en la Mayor de las Antillas forman parte de su cultura e historia. De todos los centrales azucareros que se encuentran próximos a la carretera central, el más notable es el Uruguay, de Jatibonico, en la provincia de Sancti Spíritus.
Es un poblado muy pintoresco (fundado en 1904), con una arquitectura privilegiada en la que se mezclan edificaciones coloniales y modernas. Su nombre proviene de los vocablos aborígenes hati (madera) y bonico (lugar), o sea, lugar de extensos bosques. Es sitio de obligado tránsito para quienes viajan de la zona occidental y central de Cuba hacia el oriente de la isla. Sus tierras son prodigadas por las aguas del Río Jatibonico del Sur, con una cuenca de 835 kilómetros cuadrados y una longitud de 117 kilómetros.
Los investigadores afirman que la comarca lleva ese nombre en honra a un jefe indio llamado Hatibonico. La comarca hizo suya aquella herencia aborigen y asentó la población en un territorio que ya para 1770 contaba con una importante posta de correos, una pulpería, y relevantes hatos de ganado mayor y menor, y que, en 1905, “alcanzó categoría de alcaldía, de acuerdo con la decisión del Ayuntamiento de Ciego de Ávila” .
Los Jatiboniquenses son personas muy amables y hospitalarias. Tratan a los visitantes como si los conocieran de toda la vida. Amantes asimismo de su historia local y de la gran tradición azucarera. El Coloso Uruguay es para sus habitantes alma y corazón.
En la temporada de zafra se percibe el inconfundible olor del guarapo y la melaza de la caña, el ir y venir de los camiones cargados de caña y el sonido inconfundible de las locomotoras y carros ferroviarios que transportan la gramínea hacia el basculador del central.
El municipio en sentido general posee una extensión superficial de 765 kilómetros cuadrados y una población superior a los 42 mil 600 habitantes. Su economía se concentra en la ganadería y los cultivos varios y acuícola. Se distingue además por el Combinado de Papeles Blancos, que muchos comparten el criterio de que es “un gigante dormido”, debido a las limitaciones financieras actuales.
Jatibonico es muy conocida en todo el país por la existencia de paladares, restaurantes y otros sitios donde se ofertan comidas criollas de exquisita elaboración y excelente calidad, entre ellos el 1906 y el Río, en este último el precio del plato es inferior a los dos pesos convertibles, e incluye cerdo en distintas formas, arroz moro, viandas y ensaladas .
Calle de Jatibonico
Se distingue entre otros el restaurante Los Viajantes, donde labora un colectivo muy profesional que brinda un servicio de calidad. Parte de los conductores de las rutas de ómnibus ASTROS que circulan por Jatibonico recomiendan a sus pasajeros la comida criolla que ese expende en esa unidad gastronómica por la alta calidad, bajos precios y rapidez.
Al oeste se observa un paisaje muy hermoso compuesto por un valle intra montano, plástico arenoso, rocoso o semi-rocoso de territorio llano con excepción de pequeñas elevaciones dispersas, que forman parte de las alturas del nordeste de Las Villas, del grupo de las cordilleras de la región central de Cuba.
Cuentan que la tradición festiva más importante y de gran arraigo popular, es el San José de Arroyo Blanco, caracterizado por sus populares parrandas en las que se canta fundamentalmente una variante del punto espirituano, “considerándosele como el más antiguo que se conoce en Cuba”. Durante esas festividades quienes concurren a la comunidad (a unos 14 kilómetros de la cabecera municipal), pueden disfrutar, colateralmente, de torneos, rodeos, competencias, exposiciones de gallos finos, bailables y ventas de comidas y bebidas criollas.
Se afirma además que la primera misa de la cual se tiene noticia en Cuba, fue celebrada el 13 de julio de 1494 en la desembocadura del río Jatibonico del Sur. La comarca se destaca por sus sitios aborígenes que datan de aproximadamente 890 años y pertenecen al patrón agroalfarero Taínos, que basaban su alimentación en la pesca, la casa, la recolección y el cultivo de la tierra .
Autor: Lazaro David Najarro Pujol
Fotos: Cortesia de Radio Jatibonico
Fecha: Abril 28, 2010