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La taberna La Canchánchara en Trinidad

plaza en trinidad
Calle en la Plaza Mayor de Trinidad

Al visitante que llegue a la ciudad de Trinidad, a unos 355 kilómetros de La Habana, fundada por el español Diego Velázquez en 1514, una villa con mas de cinco siglos de existencia ya, sus moradores le recomendarán la taberna La Canchánchara, ubicada en una casona que refleja la antigüedad de la comarca, de coherencia ambiental inalterada por los años.

Según los historiadores el local se remontan a 1735, fecha que coincidió con la estancia en Trinidad del constructor Tomás Jiménez, un artista en el oficio de los techos. Realmente es impresionante el amplio inmueble, el cual dispone de una pieza abierta en un portal, sostenido con horconaduras. Se considera una de las edificaciones más antiguas de la ciudad, donde se combinan elementos arquitectónicos de tres siglos.

Pero fue a partir de 1984, a partir de una restauración, que devino centro turístico. Es común encontrar en el sitio, especialmente en la temporada invernal a vacacionistas de diversas partes del mundo, “embrujados” con la auténtica música cubana en un entorno, que en la Santísima Trinidad, coexiste armonía y arte .

iglesia de trinidad
Calles empedradas e iglesia de Trinidad

La Canchánchara, perteneciente al Grupo Empresarial Extrahotelero Palmares, es un local pleno de cubanía. Desde que el visitante arriba al centro comienza a escuchar unos hermosos boleros, especialmente de la autoría del compositor y músico Miguel Matamoros

El nombre responde a bebida criolla, que no se sirve en jícara, como en otros siglos, pero sí en una vasija de barro, que armoniza con el trago, preparado a base de aguardiente de caña, miel de abejas y zumo de limón. La canchánchara, la bebían los mambises del Ejército Libertador Cubano, durante su lucha contra la metrópoli española, en el Siglo XIX, para minimizar los efectos del frío o protegerse de las diversas enfermedades respiratorias en tiempos de guerra, tradición que pervive, en la villa.

El destino turístico Trinidad es muy preferido por visitantes de Canadá, Alemania, Francia, España y Gran Bretaña, entre otros, y la mayoría opta por La Canchánchara, esplendido para disfrutar de un día o una noche placentera; y donde recibirá una atención esmerada por parte de un personal profesionalmente apto, quienes dejan maravillados a decenas de turistas de muchas partes del mundo. La comarca está ubicada geográficamente en las márgenes del río Guaurabo y en las laderas del macizo montañoso Guamuhaya.

calles empedradas en trinidad
Calles empedradas en Trinidad

Es un lugar quizás único en el mundo, por ese encanto de vislumbrar; y La Canchánchara es paradigma en Trinidad, sitio de embrujo que formará parte de su historia personal, porque visitar a Trinidad es como retroceder imaginariamente en el tiempo.

Los ojos del visitante se humeden de la emoción al contemplar esa radiante ciudad de casi cinco siglos de existencia, declarada Patrimonio Cultural de la Humanidad desde 1989 (el Centro Histórico de Trinidad y su Valle de los Ingenios quedaron inscriptos en la lista de Patrimonio Mundial en la Duodécima Reunión del Comité de Patrimonio Mundial celebrada en Brasilia, Brasil entre los días 5-9 de diciembre de 1988), y representa uno de los testimonios arquitectónicos y urbanos más importantes de América Latina.

Quien le escuche la narración de su estancia en La Canchánchara, sólo tendrá que cerrar los ojos para la ilusión. Vendrá a su memoria la representación de esa otrora época de una villa, con sus edificaciones e iglesias centenarias, calles empedradas y un valle fascinante.

Con mucha razón es la Ciudad Museo de la Perla de las Antillas. Su arquitectura colonial la conforman amplias, ventiladas y cómodas casonas y palacios de desmesurado lujo para integrarse al arte colonial cubano y convertir a Trinidad en una indiscutible joya urbanística y arquitectónica del continente .


Autor: Lazaro David Najarro Pujol

Fecha: Marzo 31, 2010